Hace tiempo que quiero tratar este tema y creo que el desarrollo de los acontecimientos hace que este sea el momento propicio para hacerlo, dada la noticia que saltó hace apenas 2 días cuando se conocía que los jugadores Augustas “Toaster” Ruplys y Joran “Special” Scheffer abandonaban KIYF eSports de manera unilateral a los pocos días de cerrarse el período de fichajes de la Superliga Orange. No voy a profundizar mucho en cuanto a esta noticia, podéis informaron sobre esto con la noticia que publicó Dexerto al respecto. La cuestión es que ambos por voluntad propia dejaban el club mostrándose en sus respectivos perfiles de Twitter abiertos a pruebas y ofertas de otros clubes.
En el caso de KIYF cuenta con una casa donde viven los jugadores, unas oficinas donde juegan y comodidades varias para sus jugadores, de forma que puedan desarrollar su actividad de la mejor manera posible. Al igual que KIYF, casi todos los clubes españoles (Giants Gaming, Baskonia…) cuentan con estas instalaciones o con la clásica Gaming House para potenciar el rendimiento de sus jugadores. El tema de fichajes cada vez está más regulado, marcando las principales competiciones regionales, como la LCS, o nacionales, como la SLO, tienen sus períodos de fichajes establecidos para que no haya un continuo baile de jugadores por las diferentes organizaciones. Evidentemente esto en LCS no pasa, pero en SLO y otras competiciones nacionales sigue pasando, como con Anıl “HolyPhoenix” Işık cuando abandonó Baskonia a principios de la pasada campaña.
Esto no puede ocurrir en un entorno profesional. ¿Acaso imaginan a un futbolista de primera división española abandonando su club para marcharse a otro fuera del mercado de fichajes de su liga de manera unilateral? Es algo que debe (desconozco si se da, pero espero que sí) estar recogido en los propios contratos, incluyendo cláusulas para evitar estas situaciones nada cómodas para jugador y club.
Hay otro aspecto que deja claro que en ciertos niveles no hay profesionalización por parte de algunos jugadores, incluso a veces en equipos considerados más profesionales. Para ilustrar esto me muevo a Call of Duty dando dos ejemplos precisos para ilustrarlos.
Si hablamos de la escena española, a excepción los principales clubes y digamos los más “profesionales” (Giants Gaming, Team Heretics, ThunderX3 Baskonia), los cambios de roster son muy habituales. Tiende a darse una continua recomposición de rosters en los mercados de fichajes de las principales ligas (sobre todo SLO) y cambios aún más continuos entre jugadores con pasado en principales ligas que ahora se encuentran fuera e intentan volver. Esto es ocasiones viene dado por los clubes, que para mejorar sus resultados optan por modificar las plantillas, algo que es normal ya que pasa también en el deporte tradicional.
Pero lo que más me preocupa es el tema del entrenamiento. Es cierto que hay muy pocos privilegiados que pueden dedicarse al 100% a esto, sobre todo en la escena de CoD, y por tanto deben aprovechar al máximo las horas de entrenamiento disponibles que a veces son muy limitadas. Pero otra cosa diferente es lo que se dice como causa de cambios de roster “es que no había cohesión en el equipo y por eso no entrenábamos mucho”. Eso es algo que no se puede permitir. Tienes una obligación con tu organización y no importa si tu relación con tus compañeros no es la mejor, se debe entrenar un mínimo de horas. Es por eso que cada vez más los clubes recurren a la figura de un entrenador o coach que controle los entrenamientos, ya no solo las tácticas, sino los entrenamientos. De hecho está el caso concreto del equipo de KIYF de la pasada temporada de la antigua División de Honor de LVP. El equipo que formaban Daniel “Supraz” Lechuga, Eric “Drumpz” Torres, Kamil “Dirty” Mora y Sergio “Bayon” Velasco era uno de los grandes aspirantes al título, pero la falta de comunicación entre los jugadores hizo que el equipo estuviera “roto” antes de la Final Cup, y que apenas entrenaban, según palabras de los propios jugadores.
Aunque parezca que esto es propio de escenas un tanto inestables como la española, podemos irnos a uno de los mejores equipos de EU y subcampeón del mundo en 2016, Splyce. Se anunció antes de comenzar la temporada de IW que Joshua-Lee “Joshh” Shephard abandonaba el roster porque, según sus compañeros, apenas entrenaban con él, lo cual no deja de ser una falta de profesionalidad por parte del jugador y quizá del staff por no obligarle a hacerlo.
¿Acaso imaginan a un futbolista diciendo que no entrena por gusto pero luego es titular en los partidos?
Si queremos que se profesionalice el sector estas cosas se deben evitar. Por favor, avancemos. Seamos serios. Luchemos porque el sector progrese. Merece la pena.
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